MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

sábado, 29 de noviembre de 2014

El valiente soldado Young


Rodolfo Bueno

El 10 de noviembre del 2014 falleció Tomas Young. Este honesto soldado se alistó en el Ejército de los EE.UU. apenas dos días después del 9/11. En Irak quedó paralizado luego de ser herido en la columna vertebral y el resto de su corta vida, 34 años, la dedicó a actividades en contra de las guerras imperiales. Con un pie ya en la tumba escribió una emotiva carta. Es una dura y conmovedora denuncia que intento resumir. “Escribo esta carta en el décimo aniversario de la Guerra de Irak...

Escribo esta carta en nombre de los 4.488 soldados y marines que murieron en Irak. Escribo esta carta en nombre de los cientos de miles de veteranos que han resultado heridos y en nombre de aquellos cuyas heridas, físicas y psicológicas, han destruido sus vidas”.

Continúa: “Escribo esta carta en nombre de los maridos y esposas que han perdido a sus cónyuges, en nombre de los niños que han perdido a un padre, en nombre de los padres y las madres que han perdido a sus hijos e hijas, y en nombre de los que atienden a los muchos miles de veteranos que sufren de lesiones cerebrales. Escribo esta carta en nombre de los veteranos cuyos traumas y auto-revulsión por lo que han testimoniado, sufrido y cometido en Irak los ha llevado al suicidio y en nombre de los soldados y marines en servicio activo que cometen un suicidio al día en promedio.

Escribo esta carta en nombre del millón de muertos iraquíes y en nombre de los innumerables iraquíes heridos. Escribo esta carta en nombre de todos nosotros, los residuos humanos que vuestra guerra ha causado, aquellos que pasan sus vidas en interminable dolor y sufrimiento.

Escribo a ustedes, señor Bush y señor Cheney... no porque piense que comprendéis las terribles consecuencias humanas y morales de vuestras mentiras, manipulación y ansias de riqueza y poder. Escribo esta carta porque, antes de mi propia muerte, quiero dejar claro que yo, y cientos de miles de otros veteranos, junto a millones de mis conciudadanos, junto a cientos de millones más en Irak y en Medio Oriente, sabemos perfectamente... lo que habéis hecho. Podréis evadir la justicia pero en nuestra opinión cada uno de vosotros es culpable de atroces crímenes de guerra, de saqueo y... asesinato, incluido el asesinato de miles de jóvenes estadounidenses, mis compañeros veteranos, cuyo futuro robasteis...

Fuimos utilizados. Fuimos traicionados. Y hemos sido abandonados. Usted, señor Bush, alardea de ser cristiano. Pero, ¿acaso mentir no es un pecado? ¿Acaso asesinar no es un pecado? ¿No son pecados robar y las ambiciones egoístas? Se acerca el día de mi juicio final. El vuestro también llegará. Espero que seáis juzgados. Pero sobre todo espero, por vuestro bien, que encontréis el valor moral de hacer frente a lo que me habéis hecho y a lo que habéis hecho a muchos, a muchas otras personas que merecían vivir. Espero que antes de que llegue vuestra hora... encontréis la fuerza de carácter para hacer frente al público estadounidense y al mundo, y en particular al pueblo iraquí, y pedir perdón”.

Paz en tu tumba, soldado Tomas Young.