MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

miércoles, 30 de octubre de 2013

“El evangelio de las naciones originarias”

 
Así reza el Mensaje final del 7° Encuentro Continental de Teología India que tuvo lugar hace unos días en la ciudad de Pujilí en la provincia de Cotopaxi. Participaron más de 2.000 personas representantes de las naciones originarias de Abya Yala y de varias religiones cristianas. He aquí algunos de los párrafos más relevantes.
 
“Les anunciamos una buena noticia para todas y para todos: ¡El Buen Vivir!... El Buen Vivir/Buen Convivir se manifiesta en no ser perezoso, mentiroso y ladrón; es actuar, soñar, reconstruir la vida misma; se trata de una radical apuesta por la vida plena y abundante, para todas y para todos, no solo para unos cuantos. Nos muestra el horizonte de nuestras luchas hacia una vida digna y justa… Así también nos lo exige el mismo Jesucristo: ‘He venido para que tengan vida y vida en abundancia’ (Jn. 10,10).
 
La Madre Tierra está enferma, por consiguiente, nosotras(os) sus hijas e hijos también lo estamos, y lo está todo el planeta. Nos queda claro que la causa principal de estos males y enfermedades es el sistema estructural dominante; todo lo que observa y toca lo convierte en mercancía… Promueve estructuras verticales y muchas veces corruptas, debilita la organización en nuestros pueblos y desarmoniza los vínculos comunitarios con la naturaleza y el Creador, pues fundamenta su crecimiento únicamente en lo monetario y en la privatización. ¡O extirpamos este cáncer de la humanidad o terminará por destruirnos!
 
A pesar de este oscuro panorama, nosotras y nosotros, pueblos y naciones del Abya Yala, creemos y trabajamos por el Buen Vivir: haciendo memoria y recogiendo las sabidurías ancestrales… a través de los espíritus de nuestros ancestros. El Sumak Kawsay, el Buen Vivir/Convivir es una utopía que animó la vida de nuestras abuelas(os), es una propuesta de vida y sanación actual y para siempre.
 
Sabemos que hoy es tiempo de Pachakutik, de renovación y cambio del sistema estructural, de economía, de estructura de gobiernos, etc. Nos anima también nuestra fe en el pobre de Nazareth, que vino a traer vida plena para los más débiles y a hacernos prójimos con los cojos, ciegos, mudos, leprosos, paralíticos, mujeres, niños, desplazados; levantando una y otra vez la voz contra los dominadores de su época, como señal profética del Reino. Por lo tanto, nosotras y nosotros, pueblos originarios del Abya Yala afirmamos que el Sumak Kawsay y el Evangelio son el mismo proyecto del Dios de la Vida”.
 
Unamos nuestras espiritualidades, indígenas, negras y cristianas, para vivir mejor.