MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

miércoles, 19 de junio de 2013

Democratización de la comunicación

Pedro Pierre 

pedro.pierre@telegrafo.com.ec

Me permito copiar la mayor parte de una apreciación de mi amigo “radialista apasionado” José Ignacio, que agradezco:

Este 14 de junio ha resultado un día histórico en Ecuador. La Asamblea Nacional acaba de aprobar, con mayoría absoluta, la Ley Orgánica de Comunicación.

En la nueva Constitución de Ecuador 2008 se colocó a la comunicación como un derecho humano. Y dentro de ese derecho se especificó “el acceso a las frecuencias de radio y TV en igualdad de condiciones” para los sectores público, privado y comunitario.

Porque en Ecuador, como en toda América Latina, tenemos radiotenientes, teletenientes, acaparadores de ese bien público que es el espectro radioeléctrico. Por eso era urgente una reforma agraria del aire. Una distribución equitativa de las frecuencias. Con esta ley, el derecho a la palabra y a la imagen públicas podrá ser ejercido por toda la población ecuatoriana y no por un puñado de latifundistas mediáticos.

La ley protege a la ciudadanía de contenidos sexistas,
xenofóbicos, racistas,
y exige que la información sea verificada,
contextuada y oportuna 

El artículo 106 de la ley establece una redistribución equitativa de las frecuencias de radio y de TV: 33% para medios públicos, 33% para medios privados y 34% para comunitarios. Antes, los medios privados concentraban el 95% de las concesiones. Y por cierto, esta distribución exigida por la ley se refiere tanto a las frecuencias analógicas como a las futuras digitales.

El artículo 113 limita el número de concesiones. Una persona natural o jurídica no puede tener más de una matriz de radio en FM, una en AM y una de televisión. Y quienes tengan más (que son muchísimos) tendrán que devolverlas.

Por supuesto, la nueva ley garantiza plenamente la libertad de expresión. Los medios de derecha ya la tildan de “ley mordaza” olvidando que mordaza se escribe con la M de monopolio. Y esta ley busca romper, precisamente, los monopolios.

La ley protege a la ciudadanía de contenidos sexistas, xenofóbicos, racistas, y exige que la información sea verificada, contextuada y oportuna. Como debe ser. La ley exige que el 60% de la programación diaria de los medios, en horarios aptos para todo público, sea de producción nacional. Y en cuanto a música, las emisoras deben sonar un 50% de canciones ecuatorianas. ¿No hay tanta música nacional? Pues para que haya.

Brindamos junto a los compañeros y compañeras de Uruguay, de Argentina y Bolivia, que cuentan con leyes semejantes. Y hacemos votos para que esta nueva ley inspire a los movimientos sociales y a los legisladores honestos de otros países de la Patria Grande.

¡Felicidades, Ecuador, porque la palabra ya es de todas y todos!.