El grito de Jesús en la cruz es el grito de mucha gente sencilla y creyente
de nuestro pueblo. Tanta oración, tanta vigilia, ¿para qué padre? Me decía una
hermana ésta mañana. Debemos ir a la “CRUZ
DE JESUS” para poder entender lo que ha pasado. ¡Claro que Dios nos ha
escuchado! y es por eso que NO LO HA
ABANDONADO; todo lo contrario, lo ha rescatado de la muerte y lo ha “transfigurado” para que siga con
nosotros pero de manera ESPIRITUAL;
es decir, de manera INMORTAL.
Lo mismo pasó con Jesús de
Nazaret. En la cruz
pensábamos que Dios lo había abandonado y que nuestras oraciones habían sido
inútiles. No habíamos entendido su PALABRA:
“Ha llegado la HORA
de que sea glorificado el Hijo del Hombre. En verdad, en verdad les digo: Si el
grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere dará
mucho fruto. El que ama su vida la pierde pero el que pierde su vida por mi
causa, la ganará para la vida eterna. El que me sirva que me siga y donde yo
esté; allí estará mi servidor; al que me sirva mi Padre le honrarás. Ahora está
turbada mi alma pero ¿Qué voy a decir? ¿Padre líbrame de esta hora? Pero si he
llegado a ésta hora para que se cumpla. ¡Padre glorifica tú nombre! …
“Cuando yo sea levantado de
la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn. 12, 23-32)
Y eso es lo que está pasando ahora en las calles de Caracas; todo el pueblo
desbordado honrando aquel que dio la vida por ellos y por la causa de Jesús que
es la causa de los pobres y excluidos. Un pueblo lleno de AMOR Y AGRADECIMIENTO; con mucho dolor pero con mucha fuerza y
coraje, sabiendo que él se va físicamente pero que se mantendrá ESPIRITUALMENTE para siempre. Chávez
entregó su espíritu a Dios para poder así “resucitar
en el pueblo” como lo hizo Romero, Gandhi, Martín Luther King, Leonidas Proaño
y muchos otros. “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”
como proféticamente lo cantaba nuestro “panita Alí Primera”
Sigamos mirando el crucifijo: ¡Padre,
perdónales porque no saben lo que hacen! Hay algunos “disociados y
enfermos” por el odio infundido desde los “medios de manipulación social”, que
hoy celebran la “muerte del Presidente” pensando que al fin “desapareció”. Lo
mismo pasó con los que mataron a Jesús excepto el soldado que le atravesó la
lanza que se convirtió. Pensaron que
con la “eliminación física” del alborotador de Nazaret todo habría concluido;
pero que equivocado estaban ya que ahora estaría mas vivo que nunca y con mucho
mas poder que el que tenía; presente
en medio de todos aquellos que habían creído en El. ¿Que tiene ese muerto que
los poderosos tanto temen? ¡QUE VIVE!
Pidamos al Dios de la Vida
que hoy esa “oposición disociada” se convierta
para que tenga vida. ¡Que triste es ver a un ser humano alegrarse por el
mal de alguien y sentir alegría y festejar por eso! ¡Que dolor al contemplar
tanta miseria humana producto del odio y de la venganza! Nosotros junto a Jesús
y a Hugo pedimos a Dios que los perdone pues la mayoría de ellos no saben
porque lo hacen. Están ciegos y enfermos. Que Dios tenga misericordia.
“Tengo sed” decía Jesús en la
cruz. Nuestro hermano Hugo murió también con sed (murió de asfixia; paro
respiratorio, muerte de cruz). Sed de JUSTICIA
pues todavía hay mucha impunidad en
nuestra nación; mucha inseguridad,
muchos jóvenes dañados por la droga y el
alcohol; muchos hospitales que no atienden como es debido; escasez de
medicinas y alto costo de la vida, sobre todo en los productos básicos;
acaparamientos y especulación. Todo esto produce “sed de justicia y de verdad”. Como Jesús, Hugo espera que todos
juntos luchemos por calmarle esa sed,
trabajando en el “poder popular” para que unidos
lo logremos.
“Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
También Hugo en su agonía en el día de ayer, oyó la voz de Jesús y la recibió
como aquel ladrón en su cruz. ¿Y como lo sabemos? Jesús lo había dicho: “Vengan benditos de mi PADRE, reciban la
herencia del REINO preparado para ustedes… porque tuve hambre y me dieron de
comer, tuve sed y me dieron de beber, forastero y me hospedaron, en la cárcel y
me vinieron a ver. Entonces los justos responderán: Señor, ¿Cuándo te vimos
hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber, desnudo y te
cubrimos y en la cárcel y fuimos a verte. Y el Rey responderá: En verdad les
digo que cuando lo hicieron por algunos de mis hermanos mas pequeños, a mí me
lo hicieron” (MT. 25, 34-40)
¡Cuantos miles de
venezolanos(as) que no tenían una vivienda digna hoy gozan de viviendas nuevas
y equipadas! En todo el
territorio Nacional hay testimonios vivos de ésta realidad; ¡cuantos millones
han sido asistidos en los “módulos de salud barrio adentro”; cuantas vidas se han salvado por éste
extraordinario servicio de salud; ¡cuantos hermanos en situación de calle
(sobre todo en Vargas) han sido “dignificados
y rescatados”; ¡ cuantos hermanos(as) han sido educados en las MISIONES SOCIALES ( Misión Robinson, Rivas,
sucre, trabajo y vida, etc.) Es muy larga la lista de los reconocimientos
para que la Gloria
sea dada a quien Hugo consagró su vida: Al Dios de Jesús y a su Pueblo:
Recordemos las palabras del Maestro del gólgota: “Cuando hayas hecho lo que debías de hacer. Dí; siervo solo soy, solo he
hecho como que debía de hacer”.
“TODO ESTA CUMPLIDO”: ¿Qué
mas podía darnos? Tanto
Jesús como él, a la hora de su muerte lo habían dado TODO. “He cumplido mi misión, he llegado a mi meta; ahora me espera la
“corona prometida” en aquel en quien siempre confió. Enseñó con el
crucifijo en la mano; murió con el mismo crucifijo al cual se aferró y le dio
la fuerza para llegar a la meta. Es por eso que estamos seguros que ya está en
su GLORIA pero también se ha quedado
con nosotros para siempre. El AMOR
VERDADERO ni se compra ni se vende; se “ETERNIZA”. Ahora estamos seguros que Dios no lo ha abandonado y que sí ha escuchado
nuestras plegarias que nos han hecho UNO con él. Por esas oraciones nuestro Pueblo también ha resucitado
HOY. Aleluya. Por eso su “cruz” que
fue su cáncer no terminó en derrota o fracaso, como lo piensan sus adversarios,
sino que ha terminado en VICTORIA Y
RESURRECCION.
Sigamos en oraciones de Acción de gracias. AMEN
Pbro. Pablo Urquiaga. Un servidor
Caricuao. 06/03/2013)