Pedro Pierre
¡Feliz año!... pero con criterios. Comencemos el año discerniendo los caminos equivocados. Nosotros queremos vivir bien, pero no queremos que mande el dinero: la crisis será el actual desafío global. La verdad es otra: lo gritaban los “Indignados” de Madrid: “¡Esto no es una crisis, es un atraco!”. Así es. Los grandes banqueros se están organizando para una globalización de las finanzas que les siga favoreciendo. Hace 12 años nos atracaron a nosotros los latinoamericanos y ahora les toca el turno a los países europeos más débiles.
Para lograr su meta los banqueros se han organizado para controlar los grandes medios de comunicación internacionales y los televidentes europeos les creen. Uno pensaba que, en las elecciones españolas, iba a haber un cambio hacia un gobierno que trabaje en función de las personas. Pero no, eligieron economistas favorables al FMI (Fondo Monetario Internacional) y la crisis empeora: se salva a los bancos corruptos y se condena a la gente a pagar el atraco de los bancos.
Luego se pensaba que en Grecia, por la situación peor por la que estaban pasando, iban a votar por un cambio… De ninguna manera: se confirmaba a los economistas neoliberales para salvar al país… y, lógicamente, este se hunde más y más. Después se pensaba que en Francia, con su tradición rebelde y revolucionaria, las cosas iban a cambiar: pero los socialistas llevaban la camiseta derechista… Los medios de comunicación lograron convencer a los franceses que no había mejor alternativa, mientras un candidato social-comunista gritaba: “Miren lo que les ha pasado en América Latina. Miren cómo los indígenas proponen un ‘Bien Vivir y Convivir’. Miren cómo el pueblo está eligiendo gobiernos progresistas…”. Miren… pero, como dijo Jesús: “tienen ojos para no ver, oídos para no oír”.
Por suerte en nuestro continente hemos comenzado a poner “el vino nuevo en odres nuevos”… La crisis financiera no es más que una pantalla: los grandes banqueros internacionales quieren seguir aumentando sus ganancias y su dominio, apoyados por gobiernos que prefieren salvar al becerro de oro y no a sus propias gentes. Por eso, por todas partes, los “Indignados” protestan porque ven la dignidad humana pisoteada, los pobres condenados a morir y la naturaleza destruida despiadadamente.
Confirmemos en este nuevo año el camino del compartir solidario, de las relaciones fraternas, de la repartición equitativa, del bien vivir y convivir… o sea, para los cristianos, de una fe liberadora.
