MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

lunes, 10 de diciembre de 2012

El Hombre


Fue el compañero quien me avisó. El Presidente está en cadena. Y confieso que hacía tiempo que no tenía la sensación de que estaba asistiendo a un acontecimiento histórico. La capacidad de comunicación del Presidente, una vez más, aparece como algo único. Por encima de los sentimientos, de la capacidad de amar, de todo un servicio de entrega…por encima de una vida convertida en misión de amor y en misión, aparece un Hombre, HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS. Por confesión personal, el pueblo sabe de su estado de salud, sabemos que el cáncer ha ido avanzando y que hoy  desde la enfermedad se está encontrando a sí mismo en esa búsqueda continua del hombre. Hay algo que nos defina más a los hombres que esa capacidad de búsqueda?  Cómo puedo olvidar la confesión de un médico amigo de que es en el dolor físico, en la enfermedad cuando puedo encontrarme con más nitidez conmigo mismo y para todos aquellos que tenemos fe, es un tiempo de gracia: la enfermedad es el camino para encontrarme cara a cara con el Señor de la Vida, el Señor de la Misericordia” Me impresionó hasta la emoción con qué fuerza el Sr. Presidente se agarraba al Crucifijo, para convertir su aparición en una gran oración.  El Sr. Presidente está recitando la oración de Carlos de Foucauld: “Padre mío, Me pongo en tus manos, haz de mi  lo que quieras, sea lo que sea te doy las gracias…”

Y dos facetas que quiero destacar de lo que voy conociendo del Sr. Presidente. La Primera, que destaca sin duda alguna, su capacidad política. No hay nada más que recordar esta última campaña electoral. Para nadie era un secreto que la salud le estaba gastando, que tenía dolores fuertes, que debía de sufrir mucho y sin embargo, nada ni nadie le frenó. Primero la Patria, esa Patria viva, nueva, llena de conciencia, ese pueblo patriota, luchador, revolucionario. La segunda, verdadero complemento de esta primera, su espiritualidad, o mejor, su mística. Su vida, su entrega, su misión política las convierte en mística. Por eso todo lo que hace lo convierte en ofrenda. La última vez que lo vi, el 27 de Febrero de hace dos años, parecía que conocía la parroquia por las preguntas que me hacía. Es un hombre que sabe que es enviado, que lo que él hace, viene de Dios, que lo ha recibido como un don para el pueblo. Eso lo sabe. Y así lo vive.


San Buenaventura. San Félix. Edo. Bolívar