MONS. GONZALO LOPEZ M.

MONS. GONZALO LOPEZ M.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Gonzalo López Marañón - LA ENTREGA DE UN HOMBRE DE FRONTERA

ANTECEDENTES
 
El 26 de junio de 1970, Monseñor Gonzalo López Marañón fue nombrado Prefecto de la Prefectura Apostólica de Sucumbíos haciendo su entrada el 14 de diciembre del mismo año. Actualmente es el Vicariato San Miguel de Sucumbíos y Mons. Gonzalo ha sido su Obispo hasta el 30 de octubre pasado.
La llegada del nuevo Prefecto coincidía con el comienzo de profundos cambios en esta provincia del Ecuador:
  • Había comenzado la era petrolera: en 1967 Texaco había anunciado la existencia de petróleo en el pozo Lago Agrio 1.
  • Se iniciaba la construcción de la población de Lago Agrio (1969) con personas de la Precooperativa Nueva Loja, que finalmente daría nombre a la Capital de la provincia de Sucumbíos, mientras que el Cantón conservaría el nombre de Lago Agrio.
  • Se producía la llegada de numerosas personas provenientes de las distintas provincias y regiones de la patria que llegaban a colonizar, al abrigo de la exploración y explotación petrolera, las amplias zonas de selva habitadas hasta entonces por pequeños grupos indígenas Kichwas, Cofanes, Sionas y Secoyas.
  • Los grupos indígenas veían amenazado su aislamiento y modo de vida tradicional, sus territorios invadidos por compañías y personas extrañas.
No había nada hecho, todo estaba por hacer y el Estado Ecuatoriano estaba más preocupado por la promesa de los posibles recursos petroleros que por la vida de los/as ecuatorianos/as que llegaban o habitaban estas regiones. No había autoridades, ni servicios públicos. Era una tierra de frontera, casi sin ley y sin una sociedad estructurada.
Mons. Gonzalo llegaba a Sucumbíos con toda la ilusión de renovación eclesial originada en el Concilio Vaticano II y de la opción por los pobres declarada en la Conferencia de los Obispos Latinoamericanos de Medellín (1968).
 
El nuevo prefecto con los ánimos de su juventud (apenas 37 años) se comprometió con el pueblo y una de sus primeras decisiones fue el traslado del centro de la Misión desde El Carmelo (Carchi) a Lago Agrio.
 
1. IMPULSOR DE LA SOCIEDAD CIVIL DE SUCUMBIOS
 
Monseñor Gonzalo continúa el trabajo que los Carmelitas venían realizando en la frontera con Colombia desde 1929. Los misioneros carmelitas acompañaron a los primeros colonizadores del Pun (ahora Carmelo), El Playón de San Francisco, Santa Bárbara, La Bonita, Puerto Libre. Junto con ellos abrieron carreteras, crearon escuelas, colegios, dispensarios médicos…Y en Puerto el Carmen de Putumayo animando el paso del pueblo de la isla al emplazamiento actual y constituyendo un eje de la nueva población con la creación del Colegio San Miguel y el pequeño hospital. Construyendo autenticas fronteras vivas, cuando llegaron los misioneros en los años 50 en la zona únicamente se usaba el peso colombiano, y toda la vida se hacía con Colombia. El Colegio San Miguel (el único colegio de la frontera durante muchos años) se constituye así en eje de la vida de toda la frontera con Colombia.
 
Ya henos dicho que en la actual provincia de Sucumbíos no había autoridades ni una sociedad civil articulada. Las personas que llegaban estaban motivadas por la esperanza de lograr una tierra y una vida nueva para ellas y sus familias, pero el paraíso prometido no era tal. Las comunidades indígenas, por su parte, sentían el temor y la amenaza que suponían los recién llegados.
 
Las compañías petroleras eran un mundo aparte, al margen, y el ejército ecuatoriano tenía como misión fundamental, además de proteger la frontera, resguardar las actividades petroleras.
 
Mons Gonzalo se empeñó en crear sociedad civil como parte de su compromiso evangélico tratando que los grupos de gentes heterogéneos llegados de todos los rincones de la patria formaran una sociedad unida, basada en el respeto, la justicia y la equidad.
 
Fue iniciativa de Mons. Gonzalo la convocatoria al PRIMER ENCUENTRO DE CIUDADANOS DEL NORORIENTE, realizado en Lago Agrio 1971 /72
 
Apoyó con todas sus fuerzas la estructuración de la sociedad. Su oposición y la de la iglesia fueron claves para evitar que la población de la ciudad de Nueva Loja fuera trasladada y desplazada del lugar actual a la otra rivera del Río Aguarico, donde querían mandarla la presión de las compañías petroleras.
 
Ha intervenido en todos los procesos de creación de poblaciones, en su diseño, en la gestión para alcanzar su reconocimiento como parroquias, cantones y en la constitución de la provincia de Sucumbíos (1989). El mismo fue el que propuso que la nueva provincia llevara el nombre de Sucumbíos[1] en recuerdo de los pueblos indígenas que la habitaban antes de la llegada de la Colonia y del Río San Miguel que marca la frontera norte con la vecina república de Colombia. Las primeras reuniones para iniciar el proceso de la creación de la Provincia se realizaron en la propia iglesia de Lago Agrio, una de las razones por las que el equipo municipal anterior creó la ordenanza que declara la catedral como patrimonio cultural de la provincia.
 
Se debe a Gonzalo el impulso para la creación de la ASCIS (Asamblea de la Sociedad Civil de Sucumbíos) que lideró durante varios años la lucha popular para conseguir del gobierno el pago de la deuda social que tiene con la provincia. Y también la Asamblea Biprovincial, donde se uniría a la ciudad de Orellana en esta reivindicación.
 
Siendo ecuatoriano por nacionalización, su autoridad moral y su ubicación por encima de las pugnas políticas partidistas ha ayudado a superar diferencias que en muchas ocasiones parecían irreconciliables.
 
Su horizonte y guía siempre ha sido y es el servicio, el bien común de las personas y la justicia social. Ha compartido junto a sus agentes de pastoral las luchas del pueblo de Sucumbíos
 
Por su prestigio personal en numerosas ocasiones ha sido elegido como presidente de la Asamblea Provincial por petición popular de los más amplios sectores sociales de Sucumbíos, prefiriéndolo a las autoridades gubernamentales o locales.
 
En los últimos años, siendo consciente de los problemas que podía crear el Plan Colombia, ayudó a fortalecer el tejido social para evitar que el conflicto del país vecino causara un deterioro aún mayor de las relaciones sociales. Es cierto que la situación de violencia y los problemas que trágicamente sufre nuestro vecino país nos ha afectado gravemente, pero gracias a la acción y prevención de Gonzalo y a los lazos de solidaridad que se han creado la situación no se ha vuelto insostenible.
 
2. SERVIDOR DE LA POBLACION
 
Gracias a los Convenios que regularmente el Estado ha suscrito con las misiones, éstas pudieron crear servicios sociales donde no había nada.
En el campo de la educación:
  • La Unidad educativa Pacífico Cembranos, durante muchos años el mejor colegio técnico de la provincia y uno de los mejores a nivel nacional. Cuenta con internado para los/as jóvenes de las comunidades más alejadas
  • La Unidad educativa de Puerto El Carmen de Putumayo, igualmente el único colegio de la frontera con Colombia hasta mediados de los años 90.
  • El Colegio Intercuiltural Bilingüe Abya Yala. Igualmente con internado.
  • El Centro de formación profesional Doña Godina.
  • El primer instituto tecnológico de Sucumbíos con entrega de títulos universitarios.
Pero Gonzalo siempre ha sido consciente que no era lo importante que la educación estuviera en manos de la iglesia, que sólo debe jugar un rol subsidiario, sino que ha apoyado la llegada y el mejoramiento de la educación fiscal. Desde la primera escuela fiscal Lago Agrio hasta los nuevos colegios y centros de educación superior que hay actualmente en la provincia.
 
Con su esfuerzo y el apoyo de los padres de familia estableció y mantuvo durante muchos años pequeñas escuelas en los lugares y comunidades más remotos de la selva.
 
En el campo de la salud:
  • La creación del Subcentro San Francisco, durante muchos años el mejor centro de salud de la provincia.
  • Otros subcentros en poblaciones como Pacayacu, Aguas Negras.
  • El apoyo a la Maternidad Intercultural Sucumbíos (Centro Materno Infantil Intercultural).
Igualmente ha luchado permanentemente y logrado que el Hospital de Lago Agrio y los otros centros públicos de salud del Estado brinden una atención digna y eficaz para la población.
 
Los servicios de salud y educación del Vicariato de Sucumbíos se han distinguido siempre por su calidad, como referente para los servicios públicos, y bajo costo
 
En el campo de la Comunicación: la Radio Sucumbíos, durante gran parte de los años 90 la única con llegada a casi todos los rincones de la provincia.
 
Igualmente con sus agentes de pastoral ha apoyado la vialidad, el agua segura y otros servicios públicos.
 
3. LAS ORGANIZACIONES POPULARES
 
Gonzalo siempre fue consciente que para crear una auténtica sociedad hay que generar estructuras y cultura organizativa.
 
Para ello a inicios de los años 80 apoyó la creación de organizaciones:
  • Campesinas: Unión de Organizaciones Campesinas del Nororiente[2](UCANO), FOCAN (Federación de Organizaciones Campesinas de Aguas Negras), etc.
  • Indígenas: la Jatun Comuna Aguarico, hoy FONAKISE (Federación de la Nacionalidad Kichwa de Sucumbíos Ecuador), FEINCE (Federación Indígena de Nacionalidad Cofán del Ecuador) y la de las comunidades Shuar.
  • Afroecuatorianas.
  • De Padres de Familia: APAFANO (Asociación de Padres de Familia del Nororiente.
  • De Mujeres: Federación de Mujeres y, más adelante, el Frente de Mujeres de sucumbíos.
  • Asociación de Barrios de Lago Agrio.
  • De derechos Humanos: CEDHNO: Comisión de Derechos Humanos del Nororiente.
  • Frente de defensa de la Amazonía.
La creación de estas y otras organizaciones menores se sustenta en que sólo una sociedad organizada es capaz de luchar y defender sus derechos.

Tras el terremoto del Reventador del año 1987, cuando la provincia estuvo aislada por largos meses, organizó un sistema de comercio solidario y una red de tiendas comunitarias que pudiera servir a la población en los productos vitales y a precios cómodos (PROCOMER, que funcionó hasta mediados de la década de los años 90´).

4. LA CONFIANZA EN LAS CAPACIDADES LOCALES 
 
Otra de las características de Mons. Gonzalo ha sido la confianza irrestricta en las personas de Sucumbíos, a través de los establecimientos educativos, cursos de formación y acciones de concientización se empeñó en ayudar a la creación de líderes/as locales que asumieran tareas de responsabilidad a nivel de dirigentes/as y de autoridades locales.

Siempre ha confiado en la capacidad de las personas de Sucumbíos para asumir con responsabilidad y valores éticos los retos del propio desarrollo. Muchas de las acciones de la propia iglesia han estado encomendadas a laicos/as nacidos o surgidos en Sucumbíos.

Es por ello que muchas de las autoridades de ámbito nacional o local han visto y tenido en él un consejero que, libre de cualquier ideología partidista, les asesoraba con generosidad y total apertura. 
 
5. DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS
 
 Además de lo ya señalado en la conformación de la CEDHNO, Gonzalo se ha distinguido en los siguientes momentos cruciales:

ü En la defensa de los derechos de los campesinos, cuando en 1985 (gobierno de Febres Cordero) se quiso entregar gran parte de las tierras de los cantones de Lago Agrio y Shushufindi a compañías palmicultoras extranjeras.

ü A mediados de los años 90, cuando hubo la pretensión de expulsar a todos/as los/as ciudadanos colombianos/as de Sucumbíos.

ü En el caso llamado de “Los 11 del Putumayo”, cuando se acusó injustamente a familias de una comunidad indígena de ser “guerrilleros de finca”. Afortunadamente se logró su liberación y resarcimiento.

ü En la lucha por los derechos y equidad de género, acompañando a las organizaciones de mujeres. Con su apoyo se logró la Comisaría de la Mujer en Sucumbíos en 1998.

ü La creación del Frente de defensa de Amazonía junto a otras instituciones y el apoyo en el inicio del juicio a la Texaco por los abusos y daños culturales, sociales, económicos y ambientales causados por la compañía en su etapa de explotación petrolera (hasta 1992). 
 
ü La organización de albergues y asistencia junto con ACNUR y otras instituciones para la cogida de refugiados/as colombianos/as y desplazados/as ecuatorianos/as de la zona de frontera.
 
ü La denuncia permanente de los daños causados por las fumigaciones del Plan Colombia, la situación de violencia y los abusos contra los derechos humanos desde el año 2000, que en alianza con otros actores hicieron que entraran en la conciencia nacional. 
 
Los comités provincial y cantorales de derechos humanos monitorean y defienden de forma constante lo relacionado con los derechos humanos, los económicos y sociales, los especiales de mujeres y niños/as y adolescentes. La CEDHNO y sus comités locales son la única instancia de defensa de los derechos humanos en la provincia.
 
6. DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.
 
Para Gonzalo la nueva sociedad de Sucumbíos no podía lograrse sin que se reconocieran los derechos ancestrales de los pueblos indígenas que ancestralmente han poblado la Amazonía.
 
Junto a Mons. Alejandro Labaka (Obispo Vicario de Aguarico –Coca- muerto en 1987 en su entrada hacia los Tagaeri) siempre hizo sentir su voz en defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
 
Apoyo, como ya hemos señalado, la organización de estos pueblos, pero su tarea se ha dirigido también hacia:
  • El apoyo para la legalización de sus territorios ancestrales.
  • El apoyo a la educación bilingüe en coordinación con la Dirección de Educación Bilingüe de Sucumbíos y ,especialmente, de los pueblos minoritarios como Cofanes, Sionas y Secoyas.
  • La conservación y valoración de su cultura.
  • La creación del Colegio Abya Yala pretende ofrecer a los indígenas un centro educativo de primera calidad, que ayude en la recuperación de la cultura de los pueblos indígenas de Sucumbíos y les prepare para establecer un diálogo con la cultura occidental pero en plan de igualdad.
7. OTRAS ACCIONES SOCIALES
 
A lo largo de sus 40 años de presencia en Sucumbíos Gonzalo ha impulsado y ejecutado una enorme cantidad de proyectos sociales con ayuda de la cooperación internacional.
Estos proyectos han sido un instrumento para impulsar procesos de largo aliento.
 
8. DEFENSA DE LA FRONTERA DEL ECUADOR
 
Es evidente que no es tarea de la iglesia el defender las fronteras de igual forma que los militares, pero si la ecuatorianidad se resguarda gracias a las “fronteras vivas” los equipos misioneros han estado siempre presentes en los lugares más alejados, especialmente en el Río San Miguel y en Puerto El Carmen de Putumayo.
 
Los/as misioneros/as conocen las comunidades que incluso el propio ejército nunca había visitado o conocido. El mismo Gonzalo ha visitado repetidamente los lugares más lejanos y recónditos de la selva sin importar las horas de caminata por la selva o en canoa.
 
En todos estos lugares y comunidades los/as agentes de pastoral y el propio Gonzalo han promovido una cultura de fraternidad, solidaridad, justicia y de amor por la propia tierra.
 
9. SEMBLANZA PERSONAL
 
Gonzalo ha cumplido los 77 años, a los 75 presentó la renuncia al Santo Padre Benedicto XVI y le ha llegado el momento de retirarse a descansar de sus arduas labores, después de 38 años de trabajo sacrificado y muchas veces agotador.
 
Si algo llama en él la atención, es su rostro: la sonrisa siempre franca y la mirada que se mantiene clara, a pesar de todo el dolor y sufrimiento que han contemplado a lo largo de tantos años. Sonrisa y mirada que nos muestran a un hombre que vive con esperanza, que sueña con un mundo más justo, equitativo y fraterno, que sabe que siempre se puede seguir construyendo y mejorando, que nos interroga fuertemente sobre nuestra capacidad de compromiso, entrega y amor.
 
En Gonzalo se reconoce a un líder que ha hecho del servicio su causa que sabe que el poder del amor es capaz de transformar al Ecuador y al mundo entero, que es capaz de motivar a otros/as a seguir la misma senda.
 
Un hombre sencillo, sin afán de figurar, que gusta que otros asuman responsabilidades y tareas, especialmente los/as ecuatorianos/as. No quiere dejar tras de sí ni reconocimientos, ni alabanzas. Su mejor premio es poder decir: “Siervos inútiles somos, hemos hecho lo que debíamos hacer”.
 
Tarea nuestra será poder decir, parafraseando lo que se aplica a otro gran obispo ecuatoriano, Mons Leonidas Proaño: “Quedarán los árboles que sembraste”.
 
CONCLUSIÓN
 
El reconocimiento a Mons Gonzalo no es sólo ni fundamentalmente el reconocimiento a una persona que, como hemos visto, reviste en sí mismo una gran cantidad de méritos personales, es el reconocimiento a un grupo inmenso de gente (agentes de pastoral, laicos/as, comunidades campesinas, indígenas, afroecuatorianas, mujeres, etc.) que en la provincia de Sucumbíos han luchado y siguen luchando para construir un mundo mejor, sin odios y sin revanchas, con la confianza de que es posible vivir en verdad, justicia, amor y paz.
 
En Mons. Gonzalo están todas esas personas.
 
José Tonello.

[1] Según las primeras crónicas de la época de la Colonia acerca la zona los denominados “Sucumbíos” eran un grupo indígena perteneciente al gran tronco lingüístico “Tukano Occidental”, los actuales Sionas y Secoyas forman parte de este gran grupo; el río San Miguel se denominaba “San Miguel de los Sucumbíos”.
[2] Durante los años 80, cuando aún no existía la provincia de Sucumbíos, era común poner el nombre de Nororiente a la zona, ya que Lago Agrio sólo era un cantón de la provincia de Napo.
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